Páginas

martes, 12 de noviembre de 2013

Martes y trece...

El día martes trece estaba sola en mi habitación haciendo los deberes,
pasado un rato empezaron a parpadear las luces, fui al baño,
tiré de la cadena, pero de la cisterna  salía agua
continuamente .

Después volví a mis estudios,  pero
de repente  se apagó la luz y me quedé quieta. Oí unos pasos que
se acercaban a mi silla, pero al momento pararon  y se oyó una risa
maléfica. No me parecía extraño porque mi cerebro puede
producir imaginaciones.

Cuando acabé los deberes me fui al comedor a descansar y
encendí  la televisión. Se veía rallada, a los cinco minutos de encenderla
se  apagó sola y me quedé tumbada .

Otra vez se oían los pasos y me asusté, a continuación vi una sombra en la cocina .
Cogí una linterna
y me acerque a la cocina pero la sombra desapareció al instante,
mire y no había nada excepto un cuchillo con ketchup que parecía
sangre.

Cené con mis padres pero las sillas se movían solas, los
los platos y los cubiertos levitaban. Cerré los ojos , cuando pasó un
rato los abrí  y no vi nada extraño, nada se movía solo ni
levitaba.

Cuando me fui a la cama, pensé que el día había sido y muy
ajetreado. Me quede diez minutos pensando lo que me había
ocurrido. Al momento se oyeron pasos sigilosos  que venían hacia
 mi cama, abrí los  ojos y vi la cara de mi hermano y me asusté tanto
que di un bote en la cama.
Comprendí que mi hermano me 
estaba persiguiendo por la casa
y al final pude dormir bien , a gusto y sin preocupaciones.

                                                                 Paula Bujalance

No hay comentarios:

Publicar un comentario