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miércoles, 1 de mayo de 2013

Poemas Día de la Madre


Se acerca el Día de la madre y ¡qué mejor regalo que escribirle un poema!

Tú que siempre estas ahí,
tú que  llenas mi interior,
tú que a todas horas me das amor,
tú que siempre crees en mí.

A veces  me dices lo que debo hacer,
a veces  me vuelves loco de tanto mandar,
a veces me enfadas hasta el atardecer,
pero siempre me das lo que nadie me puede dar.

La que me trajo aquí,
la que junto con mi padre,
me enseñó la luz y me enseñó a vivir,
tú eres ni más ni menos que mi madre.

                     Adrián Prieto




Mamá sabes que te quiero
porque eres genial,
cuidando de mí
y de los demás.

Desde pequeñito,
tú me cuidaste
con mis cosas buenas
y con mis desastres.

Yo siempre estaré contigo
viendo la tele o con el libro,
gracias mamá
por todo lo que has hecho
con tus abrazos y con tus besos.

Nicolás Monsegur




Mi mamá Lucía
quiso ser policía,
pero como era pequeñita
estudio secretaría.
A ella le gusta esquiar
pero no tanto como cocinar.
Casi nunca viene a mis partidos
pero cuando viene me anima con mucho cariño.
Mi mamá Lucía
brilla tanto como la luz del día.

                                         Carlos Alegre






En el día de la madre
te quiero regalar
este poema que sé
que te va a gustar.

Querida madre,
te quiero mucho
y por eso siempre te achucho.

Eres un ángel
que me dio la vida,
te lo agradezco muchísimo
y por eso estoy contentísimo.

Me gusta jugar contigo
porque es muy divertido,
a veces jugando a las cartas
nos divertimos hasta las tantas.

Cuando estoy contigo
estoy muy contento
y no quiero que se pase ese momento.

 ¡TE QUIERO MAMÁ, FELICIDADES!


                                        Álvaro Castán 




Porque me ayudas
cuando lo necesito.
Porque me escuchas
cuando te lo pido.
Porque me cuidas
cuando enfermo.
Porque eres buena
y cuando estoy triste
 me animas,
aunque a veces nos enfadamos.
Por eso y por mucho más
mamá te quiero.


Irene Pardos





  
Este poema,
te lo dedico a ti,
que cada día,
me haces feliz.

Todas las mañanas,
me despierta tu cara,
con una sonrisilla,
y una risilla.

Me lo has dado todo,
de cualquier modo,
sin dudar,
ni requistar.

A mí me haces feliz,
con solo estar aquí,
sin ti,
no soy capaz de sobrevivir.

Marea Pontaque


De muy pequeño,
me cantabas nanas
y me entraba el sueño.

Siempre que me caía,
me llevabas
a la enfermería.

Siempre que me aburría
sabías como
alegrarme el día.

Siempre me enseñas
cosas buenas,
para ser mejor persona.

Me ayudas a leer,
me ayudas a trabajar
para poder aprobar.

Dices que estás regordeta,
pero yo te digo:
“Estás estupenda”.

Cuanto te quiero,
y quiero que lo sepa
el mundo entero.

Asier Gracia



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