Se acerca el Día de la madre y ¡qué mejor regalo que escribirle un poema!
Tú que siempre estas ahí,
tú que llenas mi interior,
tú que a todas horas me
das amor,
tú que siempre crees en
mí.
A veces me dices lo que debo hacer,
a veces me vuelves loco de tanto mandar,
a veces me enfadas hasta
el atardecer,
pero siempre me das lo que
nadie me puede dar.
La que me trajo aquí,
la que junto con mi padre,
me enseñó la luz y me
enseñó a vivir,
tú eres ni más ni menos
que mi madre.
Adrián Prieto
Mamá sabes que te quiero
porque eres genial,
cuidando de mí
y de los demás.
Desde pequeñito,
tú me cuidaste
con mis cosas buenas
y con mis desastres.
Yo siempre estaré contigo
viendo la tele o con el libro,
gracias mamá
por todo lo que has hecho
con tus abrazos y con tus besos.
Nicolás
Monsegur
Mi mamá
Lucía
quiso ser
policía,
pero como
era pequeñita
estudio
secretaría.
A ella le
gusta esquiar
pero no
tanto como cocinar.
Casi
nunca viene a mis partidos
pero
cuando viene me anima con mucho cariño.
Mi mamá
Lucía
brilla
tanto como la luz del día.
Carlos
Alegre
En el día de la madre
te quiero regalar
este poema que sé
que te va a gustar.
Querida madre,
te quiero mucho
y por eso siempre te achucho.
Eres un ángel
que me dio la vida,
te lo agradezco muchísimo
y por eso estoy contentísimo.
Me gusta jugar contigo
porque es muy divertido,
a veces jugando a las cartas
nos divertimos hasta las tantas.
Cuando estoy contigo
estoy muy contento
y no quiero que se pase ese momento.
¡TE QUIERO MAMÁ, FELICIDADES!
Álvaro Castán
Porque me ayudas
cuando lo necesito.
Porque me escuchas
cuando te lo pido.
Porque me cuidas
cuando enfermo.
Porque eres buena
y cuando estoy triste
me animas,
aunque a veces nos enfadamos.
Por eso y por mucho más
mamá te quiero.
Irene Pardos
Este poema,
te lo dedico a ti,
que cada día,
me haces feliz.
Todas las mañanas,
me despierta tu cara,
con una sonrisilla,
y una risilla.
Me lo has dado todo,
de cualquier modo,
sin dudar,
ni requistar.
A mí me haces feliz,
con solo estar aquí,
sin ti,
no soy capaz de
sobrevivir.
Marea Pontaque
De
muy pequeño,
me
cantabas nanas
y
me entraba el sueño.
Siempre
que me caía,
me
llevabas
a
la enfermería.
Siempre
que me aburría
sabías
como
alegrarme
el día.
Siempre
me enseñas
cosas
buenas,
para
ser mejor persona.
Me
ayudas a leer,
me
ayudas a trabajar
para
poder aprobar.
Dices
que estás regordeta,
pero
yo te digo:
“Estás
estupenda”.
Cuanto
te quiero,
y
quiero que lo sepa
el
mundo entero.
Asier Gracia
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